Casos


Lucrecia: un trastorno de personalidad Borderline 

Introducción

Lucrecia acudió a la emergencia del hospital psiquiátrico, referida de un hospital general con el diagnóstico de "episodio psicótico".
Era una joven y atractiva mujer de 24 años, con apariencia adolescente, soltera, sin hijos, con nivel de instrucción de bachiller. Se presentó bien arreglada, consciente, orientada, hiperproséxica, en continuo movimiento durante la entrevista; decía no poder estar quieta en un solo lugar. Su lenguaje era coherente pero taquilálico, con verborrea. El curso del pensamiento acelerado, con ideas sobre-valoradas (por ejemplo: "soy demasiado buena gente y todos me quieren; quiero ser cantante de rock y puedo tocar cualquier instrumento porque sé demasiado solfeo"). Mostró labilidad afectiva con fácil paso de la risa al llanto, sin pausa. Sin alteraciones sensoperceptivas y con conciencia parcial de enfermedad; atribuía su sintomatología al consumo de drogas.
Sus familiares refirieron que en los últimos 15 días había presentado insomnio, irritabilidad, agresividad física y verbal con los familiares, deseos de deambular contínuamente y agitación psicomotriz.
Ingresó con la siguiente impresión diagnóstica:
  1. Abuso de sustancias: cannabis, cocaína.
  2. Psicosis debida a drogas.
  3. ¿Psicosis maníaco-depresiva en fase maníaca?

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EL JARDINERO SIN FRENO. UN CASO DE TRASTORNO DE PERSONALIDAD LÍMITE, DEPENDENCIA A OPIÁCEOS Y COCAÍNA
Resumen

Se trata de un paciente diagnosticado de Trastorno de Personalidad Limite (TLP) que acude al Centro de Atención Integral al Drogodependiente (CAID) desde hace 7 años por dependencia a opiáceos y cocaína. Dadas las continuas recaídas, la incapacidad de mantener una abstinencia de forma prolongada, y los fracasos terapéuticos farmacológicos previos, se inicia tratamiento con buprenorfina/naloxona en base a evidencias científicas de buenos resultados en sujetos con dependencia no solo a opiáceos sino también a cocaína. Desde el inicio de la pauta, el paciente mostró adherencia terapéutica, abstinencia a ambas sustancias, y sobre todo, una significativa disminución de la clínica afectiva asociada, así como mejor control del deseo de consumo (craving). Aunque no existe indicación terapéutica para ello, buprenorfina podría usarse para tratar los trastornos por abuso de cocaína. Dado que el sistema opioide kappa se activa durante la dependencia a cocaína, buprenorfina al realizar antagonismo sobre el mismo, provoca descenso en la búsqueda compulsiva por el consumo cocaína, así como control sobre la sintomatología afectiva. Otro mecanismo de acción de buprenorfina es la estimulación del receptor ORL-1 que, al disminuir los niveles de dopamina en el núcleo accumbens, reduce el efecto reforzador de la cocaína. Por lo tanto, buprenorfina no sólo puede suponer una opción terapéutica al actuar sobre el sistema opioide endógeno para el alivio de la sintomatología tan característica del TLP, sino que podría plantearse como alternativa para el tratamiento de la dependencia a cocaína.

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Como llevar a cabo una revisión de un caso de trastorno limite de la personalidad

Introducción

En la versión actual del DSM IV el Trastorno Límite de Personalidad es una categoría diagnóstica que designa un patrón persistente de inestabilidad en las relaciones interpersonales, el afecto y la autoimagen, y un escaso control de los impulsos (APA, 2000, 2004). Lo más frecuente es que estas características se manifiesten al inicio de la etapa adulta y estén presentes en muchos ámbitos de la vida del individuo, asociándose a un malestar significativo, desadaptación social, ocupacional y funcional general (APA, 2000; Gunderson y cols, 2002a; Lieb y cols, 2004; Zitten y Westen, 2005). El Trastorno Límite de la Personalidad se encuentra clasificado en el grupo B de los trastornos de la personalidad, junto con los trastornos antisocial, histriónico y narcisista, planteándose además que las personas diagnosticadas con Trastorno Límite suelen ser muy sensibles a las circunstancias ambientales, experimentan intensos temores a ser abandonados y una ira inapropiada. Estos temores a ser abandonados están relacionados con la intolerancia a estar solos y a la necesidad de estar acompañados de otras personas: “lo más habitual es que estos episodios ocurran como respuesta a un abandono real o imaginado. Los síntomas tienden a ser pasajeros y duran entre minutos y horas. Con la vuelta real o percibida de la ayuda de la persona que se ocupa de ellos puede producirse la remisión de los síntomas.” (APA, 2000, 2004). Descripción de proceso psicoterapéutico – Trastorno de Personalidad Límite Rodrigo Díaz Olguín, 2013 3 No obstante lo anterior, el diagnóstico de Trastorno Límite de la Personalidad continua siendo uno de los más heterogéneos y con más baja consistencia clínica, probablemente debido a que aún es necesario mejorar las formulaciones comprensivas y obtener mayor evidencia empírica asociada (Gunderson, 2001; Gunderson y cols, 2002a; Zittel y Westen, 2005).

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